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Entre todos los mujeros y hombras, existe un subito control casi arancelario por mutilacion de algunos de tus "yo's" o "tu's", y dicese de esto que la suciedad de la sociedad los ha formado, aunque tengan razones tibiamente certeras, lo absurdo ya es casi un acto de normalidad entre todos los hombras y mujeros.

Y más aun si vives por aqui, donde la cercania entre lo distinto y lo igual, mas parece un papel hecho de palabras atemporales. Pues quien puede saber si es "realmente" uno mismo?.

Uno. esa es una pista. Uno mismo, lo único que la unidad del ser humano puede dar fe, es que es uno en su circunscripción de piel, huesos, calenturas y demas artimañas sumamente diseñadas con una precision artistica. Es quizas eso, quizas, lo que genera contradicciones, si soy uno en insumos quimicos y biologicos, porque puedo ser mas que uno en pensamientos e imaginaciones, que tambien podrian ser frutos de reacciones quimicas o biologicas. Quien es uno? y uno mismo?, deberiamos de mantener el silencio como la respuesta mas natural a estos deslices involuntarios e inconscientes que Uno dice, cuando quiere ser Uno.

Ataraxia personal

Detrás de los tiempos desgraciados, no he conocido a más personas, si así les llamamos, que conversen en mi mente, todos tomados de la mano como hermanos bastardos e infelices por vivir, se guiñan despacio y casi durmiendo, ellos se cuidan sin ningun control del mayor cuidado, pero ese es su estado más subliminal de existencia: ataraxia


Yo, como un pequeño rasguño en algún párpado, renuevo esa impasividad del alma cambiante y te firmo la camisa con la tinta de la desconfianza, estrello mi guitarra en tu cuello desnudo y naranja para que las cuerdas y tendones castiguen tu rostro vencido, casi como amar la euforia sosegante y , tu dirás, perdida.


Así, nos saludamos con toda la cortesía que nos permite el páncreas, nos fumamos algo de cordura y vamos perdiendo la euforia, porque este espacio solo permite pasividad inmutable, escusas inseguras, miradas apagadas, colores tenues, libelulas cansadas y uno que otro deseo por hablar como desalmado.

Sosiego